“La Banca siempre gana”, esta máxima pocas veces ha estado tan de actualidad como en nuestros días...En este espectáculo se relata la historia de la BANCA FRANK, una institución privada centenaria que opera en los límites de la legalidad y de la moralidad, conformada por una serie de personajes sin escrúpulos cuyos lemas son: “No hacer nunca un negocio honrado” y “Nunca devolver el dinero”. Cuando una pobre mujer desempleada, Octavia, comienza a trabajar para ellos, tendrá que debatirse entre su ética personal y el mecanismo de avaricia en el que se ve atrapada. En clave de comedia negra y con una estética cercana al expresionismo alemán el elenco de Teatro Muxicas intenta poner su grano de arena para tratar de comprender nuestra situación social y económica actual de un modo crítico y sobre todo, ¡muy divertido!

SINOPSIS

Octavia, cerrajera de profesión, se encuentra en la ruina más absoluta. Cuando está a punto de suicidarse, enfrente de la sede de la Banca Frank, sale de ella la presidenta de dicha entidad y le ofrece un trabajo en su empresa. Ella acepta encantada, naturalmente. Al poco tiempo, Franchescka V, la mujer que le ha ofrecido el empleo, finge su muerte para cobrar una sustanciosa paga del seguro. Octavia descubrirá este secreto y a partir de entonces se da cuenta realmente en donde se encuentra: la Banca Frank no es sino una empresa criminal cuyos lemas son dos: “no hacer nunca nunca un negocio honrado” y “jamás devolver el dinero”. Poco a poco desde la dirección de la banca, que por cierto, se halla inmersa en una profunda crisis, le obligan a realizar actividades cada vez más inmorales, hasta que llegan a pedirle que asesine a uno de sus compañeros, que parece haber perdido la fe en la actividad criminal y parece pretender denunciar las actividades de la Banca Frank a la policía. Octavia poco a poco irá perdiendo su humanidad, y no dudará en traicionar a sus jefes en el momento en el que un anónimo pretende hacer chantaje a la organización. Como se descubrirá al final de la obra, este chantajista no es otro que el propio hijo de Francheska, que pasará a ocupar su cargo y se enfrentará al futuro con toda la ambición devoradora de su juventud. Un futuro que se adivina ciertamente oscuro, dado que el Presidente de la nación hace caso omiso a los desmanes de esta banca, e incluso les ofrece dinero para que Francheska y su marido, Otilio, gocen de una jubilación de oro en un país tropical.